Regularmente, las finanzas personales son un tema complicado, pero no es necesario ser un experto en economía o finanzas para planificar tus gastos y obtener grandes beneficios, como aprovechar al 100% los ingresos mensuales y ahorrar dinero.
Es fundamental llevar a cabo un plan financiero personal que tenga como objetivo principal planificar y gestionar tus recursos de forma eficaz. ¿Por qué? Tener tus gastos bajo control te permite alcanzar tus metas y objetivos a corto y largo plazo. Y también, te ayuda a proteger tu bolsillo y el bienestar de quienes más quieres.
Hoy en día, muchas personas no cuentan con una buena planeación de sus recursos económicos a causa de la falta de educación financiera. Sin embargo, existen diferentes formas y servicios financieros (como préstamos, tarjetas, fondos de ahorro, inversiones, etcétera) que pueden ser de gran ayuda para tener finanzas sanas. Dos formas muy sencillas de planificar tus gastos son por medio de una tarjeta de débito o una tabla. ¿Quieres aprender a planificar tus gastos? A continuación, te explicamos cómo:
Comienza a planificar tus gastos
Las tarjetas de débito son tarjetas de plástico que se utilizan para realizar operaciones financieras y compras aumentando o disminuyendo el saldo de la cuenta. Se le llama “débito”, ya que se utiliza el dinero que el usuario de la tarjeta dispone en su cuenta y no el que le presta un banco como sucede con las tarjetas de crédito.
Con ellas, las personas pueden pagar cualquier tipo de servicio y producto en sus lugares favoritos (restaurantes, tiendas, supermercados, entre otros), además de poder realizar compras electrónicas sin la necesidad de salir de su hogar.
Al guardar tu dinero en una tarjeta de débito con aplicación móvil, podrás identificar y evitar fácilmente aquellos pequeños gastos que dañan tanto tu economía mejor conocidos como gastos hormiga (el cafecito, los dulces del puesto de la esquina, las botanas, galletas, cigarros, entre otros). ¿Cuántas veces te ha pasado que no sabes en qué gastaste los $200 pesos que traías en la mañana?
Si ya cuentas con una tarjeta de débito, comienza a pagar todo con ella. Al finalizar el mes, podrás revisar tu celular o estado de cuenta y hacer un análisis de esos gastos que no eran tan necesarios. Haz una lista de los gastos indispensables (como la renta, pago de servicios, comida, etcétera) y una de aquellos que puedes evitar. Haz la cuenta y trata de reducir los gastos que dañan tu economía.
A diferencia de otras tarjetas, una de débito tiene cuotas más bajas o incluso resulta gratuita. Además, es una gran opción para aquellos que comienzan con su vida financiera y no cuentan con una tarjeta para realizar transacciones electrónicas.
¿Cómo identificar mis gastos?
Trata de analizar cada uno de tus gastos del mes pasado y asígnale una categoría: gastos fijos (recuerda que son los gastos indispensables), gastos variables (los que hiciste por una sola ocasión o haces de vez en cuando), ahorros y deudas.
Da prioridad a los que cubren tus necesidades básicas y deja en segundo plano los que cumplen ciertos gustos o lujos. De esta manera, tendrás programados tus gastos antes de empezar a utilizar tu dinero y te dará la oportunidad de conocer cuánto dinero te queda disponible en caso de una emergencia. Además, serás más consciente de aquellos gastos que afectan tu economía y que podrías evitar para utilizar en un plan de ahorro o fondo para emergencias.
Al final, con este método aprenderás a planear y presupuestar todos tus gastos de cada mes y hasta un año. Aunque lo importante siempre es mantener un orden y pensar en el futuro, así evitarás gastar tu dinero y quedar en números rojos a fin de mes. Para más artículos como éste, consulta nuestro blog.