Uno de los momentos que valdría la pena enmarcar es el de tu cara cuando recibes tu primer sueldo. Empezar la vida laboral es un paso que por supuesto marca un antes y un después en todas las personas. Comienzas a hacer planes, miras destinos para viajar, invitas a tu crush al restaurante de moda y como diría un gran profeta del reggaetón, “acicalado te vas pa’l party” (Bien que te la sabes, ¿verdad?)
Sin embargo, debes saber que todos esos sueños y planes que pasan por tu mente al ver tu bolsillo “llenito”, tienen que ser considerados dentro de un presupuesto; así evitarás atraer grandes monstruos con garras y tentáculos llamados “deudas”.
Cumple tus sueños ahorrando con tu primer sueldo
Entre los objetivos que te trazas al comenzar con tu primer trabajo es poder cumplir tus sueños. No importa si tu sueldo inicial es grande o pequeño, con una buena administración vas a poder hacer… ¡Magia!
Frecuentemente la gente piensa en ahorrar después de gastar, pero…¿te suena la idea de gastar después de ahorrar? Según sean tus sueños y responsabilidades comenzar a generar un presupuesto desde tu primer sueldo te dará una visión mucho más amplia y madura del valor de cada billete que ganaste con tu esfuerzo y de lo que en verdad te alcanza con eso. Repite este mantra: ¡ahorro luego compro, ahorro… luego compro!
No te endeudes desde el día uno
Querer tener lo que siempre has querido de manera rápida puede ser el error que te lleve a tomar malas decisiones financieras. Debes saber que el trabajo es el puente que te acerca a conseguir tus sueños. Pero a menos que te hayan ascendido en el primer mes a CEO de una red social cotizada en billones de dólares, es bueno comprender que el ahorro es lo que te llevará a cumplir tus objetivos.
Entonces, cuida tu dinero, ahorra y aléjate al menos un tiempo de la tentación de endeudarte por tener un coche, una consola de videojuegos, o cualquier otra cosa que ponga en jaque (¡sí! como Gambito de Dama) el sueldo que vas a recibir a fin de mes.
Secreto entre tú y nosotros: Si ahorras, en un futuro no tendrás que endeudarte ni deberle a nadie y podrás comprarte todo lo que estás pensando ahora. *Guiño, guiño*
Inviértele a tu salud
Si en tu primer trabajo fuiste contratado bajo un modelo que no te inscribe al IMSS, al ISSSTE o a un seguro de gastos médicos mayores, busca un seguro que cubra tu salud y te proteja si en algún momento lo llegas a necesitar. Elige una opción que se acomode a tu presupuesto y aunque es un gasto que no te encante hacer, recuerda que vale más tener la tranquilidad de que una emergencia no te pondrá en aprietos económicos.
¡Se vale consentirte!
Oye, ¡pero que no que decaiga el ánimo! No todo es portarte como un adulto aburrido y responsable que ahorra y paga seguros. También se vale darte un gustito cada cierto tiempo, después de todo ¡te lo mereces! Solo trata de no enloquecer y querer comprarlo todo o pagar la cuenta a todos tus amigos cada fin de semana. Pero comprar un producto o servicio que te haga muy feliz y se ajuste a tu presupuesto, te ayudará a mantenerte motivado y con una sonrisa cada mañana laboral porque sabrás que la recompensa ¡vale la pena!
Pon en práctica esta pequeña guía y sácale realmente el mejor provecho a tu sueldo.Te invitamos a seguir aprendiendo a través de nuestro blog